Enfermedades neurootológicas

Las afecciones neurootológicas pueden estar ocasionadas por lesiones comprobables por medio de estudios radiológicos, tomografías computadas o resonancias magnéticas cerebrales, siendo de fácil observación la lesión cerebral. En estos casos decimos que estamos en presencia de lesiones anatómicas o “Trastornos del Hardware”.

Pero existen múltiples lesiones que no son más que cibernetopatías provocadas por cambios bioquímicos que modifican la actividad neuronal y los circuitos neuronales, estas afecciones no provocan cambios morfológicos en los tejidos. Son lesiones funcionales a las cuales llamamos “Trastornos del Software”.

Según los resultados arrojados por nuestro Banco de Datos, con 22.300 pacientes con afecciones neurootológicas, examinados en el período comprendido entre 1981/2009, el motivo de la consulta ha sido:

% Síntomas
69,38% Mareo o Vértigo
67,32% Alteraciones visuales
49,26% Acúfenos
47,82% Hipoacusias
42,20% Cefaleas o Migrañas

Los antecedentes que manifestaron los pacientes, capaces de ocasionar los síntomas antes mencionados, fueron:

% Antecedentes
57,89% Enfermedades Cardiovasculares
20,34% Hipertensión
20,92% Hipotensión
23,34% Traumatismos craneanos
20,83% Enfermedades Neurológicas
4,85% Insuficiencia cardíaca

De estos valores se deduce que más del 40% de la población presenta antecedentes cardiocirculatorios, con especial referencia a las variaciones de la presión arterial.

El diagnóstico y tratamiento de hipertensión o hipotensión arterial es realizado por el médico clínico.

Dado que el 42% de nuestros pacientes consultan por cefaleas o migrañas y –todos los demás síntomas que hemos descrito– están referidos al área cerebral, estudiamos de rigor en todos nuestros pacientes la dinámica circulatoria cerebral.

ecodoppler de la arteria vertebral

Control con ecodoppler de la arteria vertebral

Con los estudios de dinámica circulatoria cerebral comprobamos que el 40% de pacientes con antecedentes circulatorios comprende el 75% de los mismos. Esto indica que un 35% de pacientes que no presenta variaciones de su presión arterial general, padecen alteraciones circulatorias cerebrales comprobables. Se puede con este método incruento evitar y prevenir futuros accidentes cerebrovasculares (ACV).